Serie: Pasajes deportivos de la posguerra (1939-1945)

La I Copa del Generalísimo de Futbol (1939): Primer gran evento deportivo en Barcelona después de la Guerra Civil.


El historial de la actual Copa del Rey de fútbol señala que este torneo, organizado por la Federación Española de Fútbol, no se disputó los años 1937 y 1938 como consecuencia de la Guerra Civil Española. Durante la contienda, la Federación Española de Fútbol no estuvo operativa. Esta organización se reorganizó en San Sebastián, zona nacional, y fue reconocida por la FIFA en 1937. Finalizada la Guerra Civil Española, la Federación remitió una circular donde se informaba de la puesta en marcha del I Campeonato de España - Copa del Generalísimo. El torneo se disputó entre el 14 de mayo y el 25 de junio de 1939; y los equipos que participaron fueron los campeones regionales de las zonas controladas por el ejército del general Franco. En consecuencia, no tuvieron cabida en esta edición los equipos de las zonas que se mantuvieron republicanas hasta el final de la guerra (Cataluña, Madrid, Valencia, Murcia y Castilla-La Mancha) ni los equipos de aquellas regiones donde no se disputó la competición regional.

Los equipos que participaron en la competición fueron: Club Aviación Nacional y Zaragoza FC por Aragón; Constancia FC por las Islas Baleares; Racing Club de Santander y Unión Montañesa por Cantabria; Racing de Ferrol por Galicia; Deportivo Alavés y Donostia FC por Guipúzcoa; Club Atlético Osasuna por Navarra; Ceuta Sport por el Norte de África; Sevilla FC y Betis Balompié por Andalucía y Bilbao Athletic y CD Baracaldo Oriamendi por Vizcaya.

El 3 de junio de 1939 se reunió en Madrid el Consejo Nacional del Deporte, presidido por el General Moscardó, a petición del teniente coronel Julián Troncoso, presidente de la Federación Española de Fútbol, donde se aprobó que la sede de la final del torneo sería en el Estadio de Montjuïc de Barcelona, en detrimento de Sevilla o Madrid que parecían sedes más lógicas. Son varios los autores que sostienen que ésta fue una decisión personal del general Franco, que en el fondo pretendía humillar a una ciudad que se había mostrado fiel al republicanismo. En la misma reunión, también se acordó que el teniente coronel Troncoso se trasladaría a la ciudad condal con la finalidad de dejar todo bien ultimado para la organización de la final del torneo. Hay que recordar que era el primer gran evento de masas deportivo organizado por el nuevo régimen. Diez años después de inaugurarse, aunque en un ambiente menos festivo, el Estadio de Montjuïc volvía a vestirse de gala.
 
La Vanguardia, portada 27 de junio de 1939
Inicialmente, estaba previsto que los perdedores de las semifinales jugaran el partido de consolación, previo a la final, pero días después se hizo público que como aperitivo de la final se enfrentarían los dos eternos rivales de la ciudad, el FC Barcelona y el RCD Espanyol. Los blanquiazules habían reiniciado su actividad y ya habían disputado un partido en el estadio de Sarriá, en el mes de abril de 1939; pero para el club blaugrana significaba el reinicio de la actividad deportiva. Finalmente, quienes saltaron al terreno de juego, dos horas antes de la final, fueron los equipos militares del Club Aviación Nacional y el Recuperación de Levante. En cualquier caso, la junta gestora del FC Barcelona hizo un llamamiento a sus socios para que acudieran al Estadio.

El sábado se llevaron a cabo varios actos protocolarios. El presidente de la Federación Española de Fútbol, teniente coronel Julián Troncoso, visitó al alcalde de la ciudad, Miquel Mateu; y la totalidad del comité ejecutivo del Consejo Nacional del Deporte – Comité Olímpico Español, con el General Moscardó al frente, se desplazaron a Barcelona donde se reunieron y acudieron a la catedral para asistir a la misa fúnebre por el descanso de los caídos por Dios y por España. Posteriormente, el General Moscardó, y todo su séquito, se trasladaron al Estadio de Montjuïc donde se llevó a cabo el descubrimiento de una lápida conmemorativa por los caídos en la fachada de la puerta de Maratón. Su recorrido finalizó con una comida ofrecida por la gestora del Club Natación Barcelona (CNB).

El periódico La Vanguardia, del 27 de junio de 1939, encabezaba así su crónica: “El domingo celebramos jubilosamente la entrada del deporte español en la nueva era que, bajo la dirección del Comité Olímpico Español-Consejo Nacional de Deportes, va a desarrollarse dentro de las normas, de los nuevos —y buenos— modos que ha trazado el glorioso Movimiento nacional”. Antes de iniciarse la final, la banda municipal interpretó la marcha “Victoria”, compuesta por José María Torrens. La marcha, dirigida por el mismo autor, fue cantada por 500 falangistas de las organizaciones juveniles.
La Vanguardia, pág. 4, del 27 de junio de 1939

          
El partido de la final no tuvo mucha historia, el Sevilla FC dejó sentenciada la final en la primera ya que marcó cinco goles al Racing de Ferrol y no encajó ninguno. El resultado de la final del I Campeonato de España - Copa del Generalísimo fue 6-2 a favor del conjunto andaluz.



Julio Pernas

 

 

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